Sí, sí, ya sé que halloween es mañana. Los feriados más fomes de la vida son los feriados en fin de semana. Nadie se entera que es feriado, no te dan día sandwich en la universidad/trabajo/colegio/etc. y la festividad pasa más desapercibida que yo en el metro con mi 1.50 m de estatura.
Muchos mitos hay en torno a esta festividad extranjera como la catalogan los menos asiduos a juntar caries por tanto dulce en esta época del año. Que no es de nuestra cultura, que diaboliza a los niños, que mejor los disfrazamos de cosas lindas para que no se perturben sus almas, que Dios, que los evangélicos que ahora tienen feriado... Como si celebrar la Pascua de Resurrección y el Año Nuevo se hubieran inventado aquí, justo en Chile. Hasta donde sé, el único feriado nacionalmente nacional son las fiestas patrias. Y no quiero ponerme a hablar de aquellos que se dan con una piedra en el pecho en esta fecha por lo sacrílego de halloween y no saben ni hacer el paseo en un pie de cueca. Me los paseo a todos ustedes, mis no asiduos lectores, si son de ese grupo anti-haloween y, a la vez, no saben bailar cueca. Igual los amo. Carajo, le hablo a un público ficticio que no lee esto, como si tuviera un millón de fans xD
Cuando era pequeña (de edad, porque mido lo mismo desde que nací), mi padre era de esas personas que no estaban de acuerdo en celebrar halloween, porque era diabólico, satánico y pagano. Y, bueno, por esas cosas de la vida, tampoco sabe bailar cueca. Mire usté... Bueno, el asunto es que yo tenía una tía abuela (en paz descanse) que vivió un par de años en Gringolandia y allá el halloween es da rial poh bro, con mucho adorno y parafernalia. Cuando ella volvió a Chile, se convirtió en esa selecta elite pseudo-extranjera-acomodada que celebraba halloween. Digo selecta porque hace solo un par de añitos esto se masificó en la clase C3 de nuestra sociedad, antes de eso solo en algunos sectores más pudientes se conocía sobre esta tradición que no es gringa, obviamente. Si usted considera que mi comentario es muy clasista, me la suda, porque hay bibliografía que respalda esta opinión (pondría un enlace, pero con cuea sé abrir el correo para escribir aquí), que no tiene otra intención que la de ejemplificar los cambios sociales que han ocurrido a lo largo de los años. Esta tía mía celebraba el halloween a todo cachete, adornando la casa con mil cosas, fantasmas, sonido, y, obviamente, kilos y kilos de dulces. Sus vecinos también. Pa que usté se haga una idea, esto era en el sector de las casitas que aparecían en la serie Bakan, de Mega, así que todo era bien cachilupi y pipirisnais. Cuando íbamos a verla, mi mamá me ponía la tenida de salida poh oye, esa que solo estaba permitido usar cuando ibas a un lugar donde tenías que verte arregladito y ordenado. Mi problema es que a mi hermana chica también le tenían la misma tenida: pantalones rosados (con un cordón en la cintura que se me enterraba y me cercenaba la guata) y una polera blanca sin mangas con estampado de Winnie the Pooh. Sí, leyó bien. A mi hermana y a mí nos vestían con la misma ropa. Que bueno que crecimos...
Sinceramente, no recuerdo si fui a celebrar algún halloween allá en el barrio alto. Lo que sí recuerdo son los halloween en la casa de mi tía (la misma y única que siempre lee y comenta el blog), en un barrio menos alto, pero pipirisnais igual, porque es un condominio. Entonces, la sociedad chilena, haciendo gala del siutiquerío, término acuñado hace más de un siglo para definir cosumbres de la clase alta que la clase menos acomodada quería imitar, empezó a celebrarse el halloween en otros sitios que no eran ABC1, sino más bien de letra C. Y mi tía compraba muchos dulces, nos disfrazábamos para llevar a mis primas pequeñas a pedir dulces y partíamos a recorrer el condominio en busca de caries que después eran cubiertas con masticables, ojalá de manzana verde y Arcor. Recuerdo que mi tía a veces me mandaba a mí a dar dulces a los niños que pasaban a pedir a la casa. Y me retaba porque les daba un montón y las bolsas quedaban vacías en poco tiempo. Pero, ¿dónde estaba la lógica adulta entonces? Obviamente, si un niño le reparte dulces a otro niño, le va a echar un montón, porque la lógica es que tú eres niño y también pides dulces, y miras feo a esa señora que te echa solo dos caramelos en la bolsita, y tu odio traspasa tu máscara de Jason de luca, pero nada importa, porque no le inspiras lástima de más dulces a la señora. Entonces, cuando te toca a repartir a ti, dices "No más", y le echas la bolsa entera a ese niño que sabe tan bien como tú lo sacrificado que es caminar toda la noche buscando dulces para poder comer hasta fin de año sin gastar de tu propio dinero. Bueno, esa era mi lógica.
Quisiera decir que después de los 15 dejé de pedir dulces, pero no fue así. Mi hermana creció y me arrastró con ella a seguir el ritual de disfrazarnos y salir a la calle en halloween. Como medimos 1.50 cada una, pasa piola. Ahora, a veces estamos ordenando algún sector de la casa y encontramos bolsas con esos dulces que al final nunca logramos comernos, de haloweens pasados hace como tres, cuatro o años. Eso no es lo gracioso. Lo chistoso de todo eso es que nos preguntamos qué tan mal nos harán esos dulces vencidos hace milenios si decidimos probarlos. Bueno, estoy aquí escribiendo, así que nada grave sucedió.
Con los años, caminar eternamente y quedar cansado por unos miserables dulces que nunca terminaría de comer, el ritual se volvió aburrido. Empecé a salir a parrandear y la Open Blondie se convirtió en mi aliada en estas fechas. Buena música, copete caro (como en todas partes), baños de mujeres repletos, 8 ambientes y lo que todos callan, pero que todos piensan: la única fecha del año donde puedes parecer maraca y decir que es tu disfraz. Vamos, que todos han pensado eso alguna vez. El que diga que no es un mentiroso. Todo el mundo opina respecto a esto: los hombres, que su amiga se ve entera rica aunque se vea maraca, pero qué importa, ellos pueden verla y disfrutar. Mejor si está un poco ebria. Las mujeres también piensan que su amiga se ve media maraca, pero desde la envidia. Es como si dijeran "No puede ser, la muy maraca se ve más maraca y más rica que yo... Qué maraca esa maraca". Sprite, las cosas como son.
Igual me gusta disfrazarme, por eso hago cosplay (sí, a veces, gracias), y halloween es la oportunidad perfecta para improvisar algo medio spooky, sexy, divertido o todo a la vez. Aún no sé qué usaré mañana y solo quedan un par de horas. Quizá recicle el corset, pero nada me convence aún. Estoy segura que llegaré de jeans y zapatillas a mi junta halloweenesca. De solo pensar en usar zapatos de taco alto me duelen los pies, porque verse bien y estar cómoda no siempre va de la mano. Sí, creo que usaré zapatillas. Nunca sabes si tienes que arrancar de un zombie o de tu vecino...
Feliz Halloween a todos~
PD: Aprendan a bailar cueca si se van a quejar de las festividades extranjeras que se celebran en estos días. O averigüen sobre el real origen de esta fiesta. Eso será tema para otra entrada, tal vez.
Hasta un curso de cueca hice en la u, como creí que había aprendido me atreví a bailar el público, fue la primera y la última, salvé bastante bien, pero fue después de 1 pisco sour, te imaginarás el espectáculo y como no podía ser normal, este espectáculo fue en Casa Piedra...si la mismísima puna de Casa Piedra. Halloween...la primera vez que vi algo así estaba acampando en bahía inglesa con una tropa de compañeros borrachos y profesores en el mismo estado (yo aún recuperándome de aquella experiencia caquística producto de la fluoración especial de las aguas de Caldera). Pero era halloween el tema, volvamos... Imagínate...niños lindos disfrazados en bahía inglesa y llegan donde acampaban los picantes de geomensura de la Usach, más encima curados...salieron arrancando. Ese fue mi primer halloween, año 1999. Nunca pasé uno donde mi tía Miriam y solo comenzó cuando tú y la sofi dijeron que querían ir a mi casa porque allá daban dulces, de ahí todos los años. La isa no perdona y menos la cata. Tengo muchas fotos de aquellos extraños trajes jajajjajaja. Como no recordar cuando te dejé repartiendo dulces y regalaste mis malvas (te odié). Hoy te escribo desde un pasillo en el Sótero del Río con la Isa nebulizándose porque tuvo una crisis de asma y como tú bien sabes en caso de urgencia VAYA A UN HOSPITAL, solo ahí las urgencias son urgentes. Me van a cobrar igual porque tengo isapre, pero sé que no me dejarán salir del hospital sin la niña estabilizada. aprovecho de dar las gracias a cada una de las personas que siempre tan amablemente han atendido a mi familia cuando hemos tenido una urgencia. Esto es verdad, por eso en caso de emergencia chiquillos, vayan a un hospital, siempre sabrán que hacer y no cobran la hostelería, solo el tratamiento entregado y los medicamentos administrados, sin sobreprecios. Mis respetos a los servicios de salud y a quienes son parte de ellos, en especial al Padre Hurtado y al Sótero del Río. Solo nos falta una radiografía y el alta. Buenas noches.
ResponderEliminarDonde dice hostelería debiera decir hotelería ...
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