Estaba esperando el capítulo estreno de la nueva temporada de The Big Bang Theory (Sheldon iba a pedirle matrimonio a Amy, Leonard y Penny se casan, Stuart sigue solo), así que me senté, acomodé mi enorme trasero en el sillón, cambié de canal y ¡sorpresa!, estaban pasando Rápido y Furioso. Cueeeeeeeeek.... Necesito aprenderme los husos horarios, ¡carajo!
Bueno, hablando de mis ñoños favoritos en la televisión (¿de qué otra cosa podría hablar esta entrada?), me puse a pensar - mientras hacía la hora para que empezara el nuevo capítulo - en las modas. Aunque, como ya sabemos, los ñoños nunca estamos a la moda. No entiendo por qué si somos tan cool (?). ¿Alguien ha visto ese capítulo de The Simpsons donde Milhouse dice "Mi mamá dice que soy cool"? ¿Se dieron cuenta de lo volátil que es este texto? En fin, recapitulemos: hoy hay ñoños. Porque ser ñoño es más que el estereotipo del gordo granudo que se encierra a jugar todo el día y la niña con la falda enorme hasta el piso, frenillos y lentes. Ser ñoño es un sentimiento, un estilo de vida, un estandarte que algunos portamos con orgullo, a pesar de los chistes que nos hacen. Y, en mi caso, de los típicos comentario como "Pero Frani, tú no eres ñoña". Entonces volvemos a los estereotipos. Porque, claro, no soy Megan Fox, pero tampoco me parezco a Amy Farrah Fowler - en la tremenda nariz, tal vez sí -, pero, como ya dije, ser ñoño es un sentimiento. Y es que los ñoños, si bien nunca estamos a la moda, nos volvimos más populares, vaya a saber Ilúvatar por qué razón.
Lo cierto es que, últimamente, ser nerd ya no es tan malo, hasta puedes sacarle provecho a eso. En lo personal, siempre me han llamado más la atención los chicos nerds que los músculos. Ahora, si encuentras a un ñoño musculoso, te sacaste la lotería o estás en una dimensión paralela. En cualquier caso, clónalo y compártelo (?). Ok, no. Después me van a decir que soy superficial igual que todas las minas y me van a llorar y a estereotipar de nuevo. Pero de estereotipos sí que sé. Cuando era joven era un altar a la niña nerd: frenillos, lentes ópticos, bajita, media rellenita. En resumidas cuentas, era bien simpática. Ya saben, como cuando te preguntan "¿y cómo era ella?". Simpática. Honestamente, no he cambiado mucho con los años, pero al menos ya no uso frenillos. Es un avance.
A lo que iba... Hace un tiempo vi Pixeles, película donde trabaja Adam Sandler, y, para quienes no la hayan visto, hay una frase que me quedó marcada en el corazón - lo único, porque la película era bien malita (excepto por Peter Dinklage, Tyrion en Game of Thrones ♥) -. La frase en cuestión sucede en un diálogo más o menos así:
(Actriz cuyo nombre no recuerdo): Los ñoños besan mal
Adam Sandler: ¡Eso es mentira!
(Actriz cuyo nombre no recuerdo): Oh, vamos, es cierto
Adam Sandler: ¿Sabes por qué los ñoños sabemos besar?
(Actriz cuyo nombre no recuerdo): .....
Adam Sandler: Besamos bien porque no nos pasa muy seguido, entonces tenemos que aprender a hacerlo bien. Y tenemos tiempo para practicar
En realidad, es muy probable que el diálogo no haya sido el mismo, pero la idea se entiende. A los ñoños no se nos da bien esto de las relaciones, a menos que sea con la consola, o con los libros, en mi caso. Y tenemos que aprovechar cuando se nos dan las cosas. Pero la ñoñez está tan de moda que ya no se puede ser ñoño y mujer a la vez. Para muestra un botón: me regalaron una polera de Batman y me la puse. Me queda cachilupi. Y mi hermana me dijo "Te ves taaaaan moda". ¿Cómo es posible eso? ¿Solo por una cochina polera? Y, claro, me di cuenta que están de moda las chicas con poleras de Batman, calzas de Batman, calzones de Batman (necesito de éstos, en serio), o de cualquier superhéroe de moda, entonces una se pone algo de eso y ya te dicen posera. Excepto si tienes puesto algo de Green Lantern. Porque a nadie le gusta Green Lantern. Si a alguien le gusta, me caso aquí y ahora. A menos que me diga que le gustó la película. La película es un asco, convengamos eso. Y si le gustó la película es porque, claramente, no leyó ni un puto cómic.
A veces hay cruce entre especies - ñoñ@ y no ñoñ@ - y resulta, o no. Tengo un matrimonio amigo que es mi modelo a seguir (?). Bueno, no. Pero complementan tan bien su ñoñedad (¿eso existe?) que vomito corazones cuando los veo. Comparten las series, los videojuegos, a veces los eventos. Eso es amor ♥ Y, hablando de amor, una vez salí con un tipo que me hablaba de los realities de moda, los cahuines de la farándula criolla y quién se la metió a quién. Obviamente, el amor no duró. Más bien, murió antes de haber nacido. Espero que sea estéril y no deje crías vivas en este planeta. Ni en ningún otro.
Cambiando de tema, no demasiado radical, el otro día conversaba con un amigo sobre esto de ser ñoño. Irónico, dos ñoños hablando de ser ñoño. Y es que la gente jura que hay que ser gordo, granudo, demasiado bueno en los videojuegos, o demasiado feo para ser un nerd. Ok, ok, en muchos casos es así. Pero, si usted indaga bien, hay muchos tipos de ñoños, casi tantos como nombres de elfos hay en El Silmarillion. ¿Alguien lo leyó? Yo lo tuve que hacer dos veces y con un árbol genealógico. ¡Légolas no tiene nada que hacer en El Hobbit, perras! Lo siento, lo siento, no pude contenerme. Como decía, hay muchos tipos de nerdos: los gamers, por ejemplo. Los true, no los llamados niños rata. Y jugar LoL no cuenta como juego nerd. También están los ñoños de salón (?), que saben usar los dados en un juego de rol y son buenos relatando (♥), porque qué es un juego de rol sin una buena historia. Los que son como una biblioteca y saben de todo, aunque ese todo sea principalmente en ciencias (ñoño clásico), pero hay excepciones. Uno de mis favoritos es el nerd un poco cultural-artístico-musical, ese que podría recomendarte un libro de cada categoría porque se los ha leído todos, que sabe de música y le gusta ir al teatro o a la ópera. Y cómo no mencionar a los geek, casi obsesionados con la tecnología de punta, sin punta, redonda, cuadrada, o como sea. Usualmente no tengo mucho tema de conversación cuando me topo con un ñoño de esta categoría, porque soy un australopithecus de la tecnología, pero siempre estoy dispuesta a aprender. No pueden faltar los ñoños de los cómics, que pueden usar poleras de Batman sin ser estereotipados de mina posser. Y los ñoños del cine, otro de mis favoritos, esos que conocen hasta el nombre del electricista que instaló el foco en la escena #567 y se sabe hasta el cumpleaños de la persona encargada de las botellas de agua y siempre tienen una frase de película para la ocasión. Escoja a su favorito ♥
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Uhh, empecé a escribir a las 23:00 y ya son pasadas las 3 de la madrugada. Como todo en mi vida, lo dejé a medias y terminé escuchando a Tito Puente. Pasan qué cosas. De repente estás inspirada escribiendo y gente salvaje, con la que no hablas hace mucho tiempo, aparece, te desconcentra y ¡paff! se te olvida lo que estabas haciendo, te pones a comer, estás por apagar el computador y te das cuenta que nunca terminaste de escribir. Por qué soy tan volátil, Dios mío... Con razón a veces dicen que me parezco a Dory...
10-4, mis queridos y no asiduos lectores de este disfuncional blog que solo lee mi tía. La quiero, tía ♥!